Walt Withman narra una batalla naval de los viejos tiempos
Canto a mí mismo: (35) ¿Queréis que os narre una batalla de los viejos tiempos? ¿Queréis enteraros de quién la ganó a la luz de la luna y de las estrellas? Escuchad el cuento tal como el abuelo de mi padre, que era marinero, me lo narró. Nuestro enemigo no se dormía en su navío, te aseguro (me dijo): Al caer el día se acercó disparando horriblemente contra nosotros. Nos trenzamos con él, se enredaron las vergas, sonó el cañón. Mi capitán trincaba firmemente con sus propias manos. Habíamos recibido algunas balas de dieciocho libras bajo el agua. En nuestra batería baja, dos cañones estallaron al efectuar la primera descarga, matando a cuantos estaban cerca y lanzándonos por los aires. Luchando al ponerse el sol, luchando en la oscuridad, llegaron las diez de la noche. La luna llena estaba alta, nuestras vías de agua aumentaban. Se informó que llevábamos cinco pies de agua. El maestro cañonero puso en libertad a los prisioneros encerrados en la bodega de popa