La nueva dirigencia perredista: ¿últimos sepultureros del PRD?
Creo que si el PRD se hubiera propuesto conscientemente elegir como su presidente a la persona que más dificultades tendría para cumplir con acierto su inmensa responsabilidad política y electoral, no hubiera tenido más tino que el que mostró al elegir a Rosa Delia Cota Montaño.
El 6 de febrero de 2011 los perredistas sudcalifornianos sufrieron la más colosal de las derrotas electorales, la que, por las dimensiones de las posiciones perdidas, no tiene referencia en ningún partido político derrotado en BCS. Perdieron, el PRD y sus aliados, la gubernatura, tres presidencias municipales y trece diputaciones locales.
La derrota electoral del PRD fue precedida de un gigantesco desprestigio de sus gobiernos, los cuales, según la percepción ciudadana, estuvieron involucrados en el manejo irregular de los recursos públicos, en la deficiente administración de programas de desarrollo, en el nepotismo y en el uso de los bienes públicos en favor de intereses personales, familiares y de gru