En complicidad, diputados priístas y perredistas aprueban endeudamiento

Desde el mes de octubre se supo que los presidentes de los dos municipios más grandes de BCS acudirían a la banca privada para contratar alguna linea de crédito que les fuera útil para lograr mejores condiciones de pago de su deuda histórica.

Poco después se supo que en realidad la principal prioridad que ambos municipios tenían era la de contratar créditos nuevos. Paso a paso se fueron conociendo también los verdaderos propósitos y las reales dimensiones del endeudamiento esperado.

El lunes, 14 de noviembre, miembros de la comisión dictaminadora del Congreso habían solicitado a los ayuntamientos que se les enviara la información financiera detallada sobre el plan de pagos del crédito, así como de los proyectos para los que irían destinadas las denominadas "inversiones productivas". Dicha solicitud puso nervioso a los priístas.

Era evidente, ya se había corrido la voz de que en el calendario de pagos del crédito propuesto por el H. Ayuntamiento de La Paz, se había inflado el monto total a pagar en alrededor de 150 millones de pesos. No había tiempo que perder. Los priístas acordaron con los perredistas, seguramente, un apoyo mutuo: los primeros irían con un plan de pagos inflado y los segundos, sin presentar ninguna descripción de los proyectos a los que sería destinado el nuevo crédito.

Desde el inicio de la sesión ordinaria del jueves, a los diputados priístas y perredistas se les veía muy impacientes porque en el orden del día fuera incorporado el asunto de la autorización para que los municipios de La Paz y Los Cabos reestructuraran su deuda pública, así como para que contrataran una nueva y desproporcionada línea de crédito: 462 millones en total para La Paz, 498 millones para Los Cabos. La deuda pública acumulada en 39 años de existencia del municipio paceño es de 115 millones; la de Los Cabos, en 30 años de existencia, de poco menos de 180 millones.

Frente a la evidente decisión que los legisladores del PRI, PRD y PANAL tenían para que a toda costa fuera modificado el orden del día, los panistas decidieron oponerse a que fuera en esa sesión en la que se leyera, revisara, discutiera y aprobara el dictamen de la comisión a cargo. Los aliados abandonaron la sala de sesiones. El Diputado Juan Domingo Carballo, del PRS, y presidente de la mesa directiva, decidió, entonces, por falta de quórum, suspender la sesión.

Cuando los diputados urgidos por endeudarse corrigieron, regresando a la sala, ya era tarde. La sesión había sido suspendida, y los diputados del PAN y del PRS ya habían abandonado el recinto. Pero el dinero hace milagros. Se trataba en conjunto de un asunto de más de 960 millones de pesos. No era una suma como para darse por vencidos sin hacer hasta el último intento.

Por alrededor de una hora, los legisladores amarillos y tricolores no supieron que hacer. Solos, deambulaban al interior de la sala de sesiones, sin abandonarla. Los funcionarios municipales, paceños y cabeños, que habían acudido a las instalaciones del Congreso a presionar para que sin discutir se aprobara lo que solicitaban sus jefes, sirvieron de asesores y de alentadores para que sus legisladores, unilateralmente, reiniciaran la sesión y votaran lo que tanto anhelaban: más deuda.

De entre la porra priísta y perredista, algún inteligente aconsejó a los legisladores que, puesto que ya había 12 diputados presentes, se contratara a un notario público que diera fe de que los miembros del Congreso asistentes eran el número que ellos decían ser, sin importar que el presidente de la mesa directiva estuviera ausente y que se dijera que la Ley sólo reconoce a él como el único a quien le es dable reanudar legalmente una sesión previamente suspendida.

Por tres horas más permaneció paralizada toda actividad legislativa. Los funcionarios acarreados de los municipios de La Paz y de Los Cabos continuaron "ambientando" el incidente. Junto con sus correligionarios diputados, aprovechaban el tiempo para darse confianzas interpartidarias mutuas. Mientras esperaban el arribo del notario público idóneo, departían en lo que poco a poco fue siendo un relajado holgorio: en el abigarrado reencuentro tricolor y amarillo, no faltaron los saludos efusivos, los apretones de manos ni los abrazos atronadores. Abundaron las fotos bipartidistas, para la posteridad, decían. Y muy poco faltó para que en un solo coro se entonaran vivas a favor de Enrique Peña Nieto.

A las tres y media de la tarde llegó el notario público. El diputado Ramón Alvarado se proclamó presidente, ordenó a la Diputada secretaria, Guadalupe Olay Davis, que pasara lista de asistencia; se dijo que eran doce los asistentes, y dio inicio de nuevo la sesión.

En diez minutos se leyeron y, sin ninguna participación ni discusión, se aprobaron, para dictamen, dos iniciativas legales: una, relacionada con la declaratoria de 2012 como el Año de la Lectura; la otra, con reformas a la Ley de Educación.

En los siguientes diez minutos se dieron lectura a los dos proyectos de decretos relacionados con la deuda pública de los municipios y, sin que un sólo diputado opinara, analizara, discutiera o propusiera una sola reforma o modificación, se votó por unanimidad favorablemente.

Apenas pasaban algunos minutos de las cuatro de la tarde cuando los presidentes municipales de La Paz y Los Cabos ya habían sido autorizados para endeudarse nuevamente, ahora en cantidades que antes ningún presidente hubiera imaginado. Y sobre todo, lo más importante, la deuda no será pagada por ellos. La dejarán para que las paguen futuras administraciones. A 30 años es el plazo de pago. ¡Que herencia para las futuras generaciones! ¡Eso se llama finanzas sustentables!

Por otra parte, el informe del 14 de noviembre de la calificadora financiera Fitch Ratings México le asigna al Municipio de La Paz la bajísima calificación BBB(mex), y además, explícitamente, lo coloca en observación crediticia NEGATIVA. Pero debe aclararse, también, que la observación NEGATIVA anterior, tiene lugar con información incluso falsa proporcionada por las autoridades municipales de La Paz, pues Fitch da a conocer que el municipio informó que se encontraban en trámite de un crédito por 200 millones de pesos (no de 347 millones, de deuda nueva, como fue el que los diputados del PRI, PRD Y PANAL le aprobaron irregularmente).

Sólo falta saber si ese circo que se montó en el recinto oficial del H. Congreso del Estado va a perdurar, o si habrá un mínimo de respeto de los diputados por sí mimos que los haga corregir esa farsa.

Comentarios

  1. AMIGO JUAN LUIS, EXCELENTE NARRATIVA.
    EN POCAS PALABRAS, YA NOS LLEVO LA FREGADA A LOS HABITANTES DEL MUNICIPIO DE LOS CABOS Y DE LA PAZ.
    Y AHORA ¿QUIEN PODRA AYUDARNOS?

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  2. excelente tu nota. y nosotros los ciudadanos que podemos hacer???

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